sábado, 24 de septiembre de 2011



HAY QUE SACARLO TODO AFUERA COMO LA PRIMAVERA. NADIE QUIERE QUE A DENTRO ALGO SE MUERA.............
































domingo, 11 de septiembre de 2011

LEYENDAS TERMINADAS DE 5 C. Les proponemos ir a la publicación donde se encuentran los borradores y observar los avances de la escritura de los chicos





Leyenda del viento Zonda


Hace mucho tiempo en un pueblo araucano vivía un hombre llamado Gilanco era musculoso tenía mucha habilidad con el arco y la  flecha. Siempre que Gilanco quería matar a un animal siempre le daba en el blanco. Su  casa estaba  hecha de maderas, el techo de pajas.
En estos tiempos había sequia las hojas de los arboles estaban secas y la piel de los arboles estaba desnuda.
Después de que Gilanco terminaba de cazar animales se fue a dormir una siesta, mientras dormía  se escuchó  un paso seco, gilanco dice:
_ ¿Quién anda ahí? ¿Quién  interrumpe mi siesta?
 Gilanco quería gritar  pero no podía, quería hablar pero no podía mover la lengua y estaba tan  asustado como los animales cuando él se asomaba.
Una voz muy suave  y seca  dice;
-¡Soy tu dios, Yastay!
- Deja de cazar animales por diversión que Pachamama está muy enojada.
 Gilanco sabía que Pachamama castigaba a las personas  que hacían lo que no corresponda.
 Después de una larga siesta gilanco volvió a cazar animales hasta que Pachamama se enojó  y provocó  un terremoto y causó un terrible remolino en el medio quedó Gilanco, el desaparece, se convierte en el viento zonda y todos los años sopla arrastrando todo a su paso.

Autores: Ariel Pastorini y Alejandro Pastorini




Leyenda de cómo Tupa hizo crecer el maíz





Hace mucho tiempo Avatí  y Ñandé vivían en un pueblo guaraní. La gente se  estaba muriendo por una gran  sequía. Los niños lloraban desesperados de hambre y los animales no tenían para comer. Los padres estaban preocupados  por la sequia los hombres caminaban por la tierra que se abría bajo las pisadas de los hombres, se formaban grietas cuando caminaban
 Avatí y Ñandé estaban hablando por el pueblo y un enviado de tupa escucho que la gente se estaba muriendo y el enviado de tupa le dijo que Avatí fue elegido para   sacrificar su vida  y Ñandé alisto la tierra llorando lo enterró, todos los días lo iba a regar con agua del río.
Pasó  un tiempo y  fueron creciendo ramas de a poquito y empezaron a festejar que la palabra de Tupa  se cumplió  y nunca más pasaron hambre.

Autoras: Mailen boquete, Melanie Rueda y Valentina Galeano

Leyenda de cómo Tupa hizo crecer el maíz


Hace mucho tiempo en un pueblo guaraní, vivían dos jóvenes, ellos se llamaban Avatí y Ñandé, ambos trabajaban en el campo, cazaban animales, pescaban y también recolectaban frutos, ellos trabajaban para poder alimentar a sus familias.
 Una vez hubo una  fuerte sequia, los  ríos se secaron,  los peces  se morían.
Los nenes lloraban de hambre y a Avatí  le daba lástima. Los pájaros se iban por que los ríos se secaron, la tierra se agrietaba porque no llovía.
La tribu guaraní hizo  una asamblea para poder  ayudar  al pueblo  y un dios llamado Tupá escuchó que en el pueblo guaraní necesitaban ayuda entonces tupa mando a dos enviados para que ayuden cuando llegaron al pueblo guaraní Guazú y Pitá hablaron con  Ñandé y Avatí  y le comentaron que tenía que sacrificar su vida por el pueblo entonces Pitá  comentó que del único cuerpo del que podía crecer el fruto que salvaría al pueblo por siempre era Avatí.
Aceptaron la propuesta de Pitá y Guazú entonces  Ñandé y Avatí se dieron la  mano como amigos Avatí fue el elegido para que muera  Ñandé preparo la tierra cerca del rio para enterrar a  Avatí lo tenía que regar todos los días  con agua del rio. Después de un tiempo fue  creciendo y dando las primeras ramitas  y fue floreciendo  así fue creciendo el fruto del pueblo. Entonces Ñandé llamó  a todo el pueblo para festejar los primeros frutos del maíz mientras  bailaron, cantaron. Con el crecimiento abundante del maíz el pueblo volvió a la normalidad.



Autoras: Mariel paladino, Bárbara Sabaliche, y Alejandra Larrosa
Leyenda de cómo Tupa hizo crecer el maíz


Hace mucho tiempo en un pueblo guaraní vivían  dos guerreros llamados Avatí y Ñandé. Ellos eran altos, buenos, fuertes y ayudaban al pueblo.
La gente se alimentaba con pescados y con los animales que cazaba.
Hubo un tiempo que en este pueblo comenzó una gran sequia  los ríos no tenían agua, los peces no podían respirar y se estaban muriendo, las ramas de los arboles estaban desnudas, la tierra se había endurecido bajo las pisadas de los hombres.
Los papás miraban desesperados a sus hijos, no tenían para comer, los animales estaban buscando un lugar húmedo para poner el hocico porque estaban desesperados.
Avatí y Ñandé estaban hablando sobre la sequia  a ellos les daba lástima el grito de los niños y apareció un hombre extraño, Avatí y Ñandé le contaron al hombre extraño que ellos sacrificarían su vida pero el enviado les dijo que se tiene que sacrificar Avatí y Ñandé lo tenía que regar todos los días con agua del rio Ñandé lo enterró llorando con lastima y después lo rego. Tupa le dijo al pueblo que mandaría la lluvia. Las  palabras del dios Tupá se cumplieron. Creció el fruto del pueblo, el maíz y desde ese momento no hubo más sequia. El pueblo festejó bailando.

Autor: Lautaro Martínez

Leyenda de cómo  Tupá  hizo crecer el maíz


Hace mucho en el pueblo guaraní  vivían dos hombres llamados Avatí y Ñandé   ellos cazaban animales.
Los guaraníes sufrían de  una gran sequía  y no había  plantas, flores ni nada para comer. La tierra se endureció y ahora se abría bajo las pisadas de los hombres que salían de la región en busca de comida.
 Avatí y Ñandé ellos fueron a enterrar a Avatí y después creció una planta de maíz.



Autora: Jésica Fernández

La leyenda de los delfines

Hace miles de años en Tierra del Fuego vivía una familia, los Kóoj Kazpin. Era un matrimonio formado por tres hijos, dos  varones y una  mujer.
En su pueblo hacia frío y nunca hacía calor,  cada año se comenzaba a formar un tornado que destruía las casas. La familia era muy tranquila comían pescado tomaban agua del río.
 Un día la familia estaba comiendo en paz  hasta que   llegaron unos  forasteros y los secuestraron llevándoselos en un barco.
Al día siguiente los padres de Chonik querían regresar nadando al pueblo cuando Chonik dijo:

-¡Yo no sé nadar!

Los cuñados de Chonik  gritaron:

-¡Tírate, nosotros te ayudaremos!
Cuando se tiraron todos  los parientes lo ayudaron a nadar metiéndolo en el agua pero Chonik se hundía hasta el fondo del océano .Lo volvían a subir a la superficie y moviendo sus brazos y las piernas al mismo tiempo, se iban convirtiendo en delfines, primero las piernas se juntaban, los brazos se convertían en aletas, y luego la cara se iba estirando  como un delfín verdadero.
Desde entonces nadaron en familia y siempre se ayudaban entre ellos, vivían en el mar porque era un lugar adecuado  para ellos podían respirar fuera del agua recordando  que eran humanos.
Ellos se alimentaban de peces grandes, pequeños y medianos par ellos la vida en el agua era hermosa podía nadar  más allá del océano. Los cuñados y Chonik estaban felices pero raros porque ellos estaban sintiendo ser humanos otra vez pero no podían ser humanos porque ya tenían una vida formada en el océano.

Autoras: Valentina Gómez, Ayelén, Érica Agüero y Milagros Martínez
Leyenda de los delfines



Hace miles de años  un matrimonio  de onas,  con tres hijos, dos varones y  una mujer   vivían  en Tierra del Fuego.   Vivian muy tranquilos pescando y cazando hasta que llegaron los forasteros, desde ese día a la familia kóoj Kazpin   le empezó a ir mal.
Al día siguiente fueron a pescar y los forasteros los capturaron, los subieron al barco y los ataron, y navegaron.
Ellos pararon en una isla para descansar.
Los secuestradores se quedaron dormidos y la familia kóoj Kazpin se escapó. El padre se tiro al mar y grito:
-¡Es la única solución que hay!  Y todos se tiraron con él.
  Uno de los integrantes de la familia no sabía nadar se llamaba Chonik y lo ayudaron  a nadar al intentar  nadar se hundió hasta el fondo del mar y de a poco aprendió a nadar   de a poco se convirtieron las piernas se juntaron  las manos solo se convirtieron en aletas, el cuerpo se fue estirando la cabeza se fue estirando después de ese momento empezaron a ayudar a los humanos.

Autores: Alan Pérez y Joaquín Torrisi

Leyenda de los delfines


Hace miles de años unos forasteros  que andaban con su barco por el mar, los forasteros habían tomado prisioneros a la familia de uno  de ellos eran los Kóoj Kazpin a ellos los habían llevado por el mar
La familia tenía tres hijos dos varones y una mujer. Amenca estaba casada con Chonik.
Ellos se quisieron escapar mientras los forasteros dormían, pero se perdieron en el mar.
A la familia kóoj Kazpin los tomaron prisioneros pero ellos habían llegado a la costa del tierra del fuego unos extranjeros ellos venían de muy lejos, nadie sabía donde los extranjeros navegaban con un barco enorme. Los forasteros encerraron a la familia en su enorme barco y s fueron por el mar.
Luego de navegar llegaron a una isla, anclaron su barco y por la noche fueron a descansar para recuperar fuerzas.
Cuando los forasteros se durmieron la familia quiso averiguar dónde estaban pero con la luz de la luna se pudieron guiar, soltaron sus amarras y decidieron volver a la costra hasta que se perdieron y quisieron seguir nadando pero Chonik no sabía nadar muchas horas se habían convertido en delfines pero se seguían comunicando.

Autor: Rodrigo Cabral

Leyenda del mono y el yacaré

Hace mucho tiempo había un papa un hijo  vivían en un pueblo guaraní .el  padre cazaba animales y un  día no pudo ir y  lo mando al hijo y le aviso que se fije las trampas y le dijo que hay un tronco atravesado en un cueva y que no lo atraviese  porque pasaban cosas extrañas.
Caí era desobediente atravesó el tronco  y se encontró  con un pecarí  y lo invito para que vaya a pasear con, lo llevo a donde estaban todos los pecaríes.
El pecarí le dijo que le vaya a buscar cocos.  Él se subió a un árbol y desde arriba veía a muchos pecaríes y en el medio estaba la hija del jefe de los pecaríes. El pecarí gritó  hija este niño va a juntarse  con vos y va a casarse.
 Él  lo quería obligar a casarse con su hija.
Caí no quería casarse  con su hija y el pecarí gritó
-¿Que estas despreciando a mi hija y a mí?
Y él con tanto miedo dijo:
-         ¡No, no, como voy a despreciarla! ¡si, si me casaré!
Caí vio que estaban todos dormidos se quería escapar ya se estaba alejando cuando piso una rama y se despertaron todos los pecaríes y lo empezaron a correr y tupa lo ayudó  y se transformo en el mono caí.
Así se colgaba de todos los arboles y había un rio y no podía cruzarlo y justo pasaba uno yacaré con sus hijos y lo engaño hasta que cruzo  le decía que era una belleza.
Se acostaron a dormir.

Autores: Franco Escobar  y Joel  De León


Leyenda de las cotorras



Hace muchos años una tribu de  araucanos iban de lugar en lugar al fin llegaron a una región de  montañas donde había aguas cristalinas y pastos abundantes para guanacos  y pastos abundantes. No los mataban porque les daban leche y abrigo o por si los necesitaban. Las mujeres tejían y no sabían que el frio estaba en estas regiones. 
Uruten y Amanca eran hermanos hijos de Amancay   eran dos jóvenes que  se enamoraron de Feruquená  ellos le regalaron un hermoso collar de perlas, ella aceptó el collar de Amanca ella lo amaba  a Amanca. Los hermanos se habían  peleado   y ganó Amanca.

Uruten se fue en busca de un pueblo con un grupo de jóvenes y recorrió todos los pueblos pero  no le gustaban,  hasta que encontró el pueblo guaraní. En este pueblo se encontró con una hermosa  mujer, se enamoró  de esta princesa. Uruten no quiso volver.
Los hombres y las mujeres que los habían  acompañado  regresaron y no les creían que en el otro pueblo había cosas dulces y pájaros de distintos colores.
Los jóvenes le pidieron ayuda a tupa y cuando le estaban contando a los otros jóvenes lo que habían visto se convirtieron en cotorras.
Después de ese momento  las cotorras están en el sur y viajan en época de invierno al norte, al pueblo guaraní.

Autores: Alejo Bael, Aaron Campos , Juan  Valenzuela y María Chávez