martes, 31 de agosto de 2010

Retratos de detectives de cuentos policiales alumnos de 6 grado

El señor Güilinco es un detective de Francia lo que le gusta hacer es resolver casos difíciles.


El es un hombre astuto irónico, inteligente y silencioso.

Cuando se encuentra con un crimen el lo quiere resolver y comienza a buscar pistas y a investigar observando los detalles.

El sale por las noches muy callado porque no quiere que nadie se entere de que anda buscando pistas sino se podrían enterar y arruinar sus planes.

Sergio y Leonardo





Hay un detective muy famoso que vive en New York y se llama Yack Decker.

A él le gustan los casos muy difíciles.

Mide un metro ochenta, se viste con un traje, un sombrero, una pipa, una lupa en el bolsillo y unos anteojos.

Cuando se le presentan los casos se prepara para cualquier cosa.

A yack se le presentó un viejo amigo y a partir de ese día empezó a ser su ayudante, se llama Lady Fingal.



Angel y Geremias



Lucas Smith es un detective que le gusta prestar atención a las escenas del crimen y fijarse en los detalles pequeños que son los más importantes, habla con los familiares y les hace muchas preguntas inteligentes y también con algún sospechoso.

A su lado hay un ayudante y es como su otro yo, también es inteligente y se llama José Morales.

A lucas Smith le gusta caminar y hacer mucho ejercicios y en sus ratos libres le gusta sentarse en su sillón y leer libros, diarios o crímenes sin resolver.

Florencia Bazan



Es un hombre de 1,70m, es un detective privado, limpio, frío, inteligente, estricto, se viste muy serio, fuma su pipa y no es de mirar atrás. Lee libros de cuentos policiales y casos de asesinatos. Vé películas de secuestros, allanamientos y búsqueda de cuerpos. Fue nombrado como mejor detective y recibió una medalla por ser el mejor.

Es público, en los diarios le hicieron entrevistas y notas muy buena.

Este detective usa ropa muy fina, sobre todos de una marca conocida.

Trabaja 18 horas por día y cuando llega a su casa prende su chimenea, fuma su pipa mientras lee uno de sus libros favoritos.



Ana María y Jesica



Collins de Manchester es un detective alemán y su ayudante se llama Lady Fingal. Es un detective inteligente, audaz y muy rudo. El señor Collins de Manchesters alto, delgado, frío e irónico. Su compañero, amigo y cronista, Lady Fingal es flaco y pelirrojo muy inteligente, astuto y audaz. Cuando llega al lugar del crimen encuentran pistas pequeñas como la puerta entreabierta sangre en el piso, la televisión prendida, un foco roto, etc.

Y cuando encuentran las pistas empieza a resolver el crimen.



Kevin y Agustin



El detective Joe Smith además de ser detective es profesor de física-química,

Y en sus ratos libres va a su oficina a revisar los expedientes de los sospechosos.

Él es un hombre morocho de ojos marrones claritos, se viste siempre con una camisa blanca, corbata marrón y usa un tapado largo negro, pantalón de vestir y un sombrero.

Es un hombre muy inteligente, participado en torneos de inteligencia y sale siempre en primer lugar. Él piensa y resuelve sus casos en la mente, piensa que es como un juego de mesa y las pistas son ayuda.



Micaela y Abigail



El detective Matías Gómez es un hombre alto, de ojo claros. Se viste con traje color negro. Usa zapatos marrones con su gorrita y su pipa y con su ayudante llamado Diego. Los dos toman muy enserio su trabajo y lo hacen por placer.

Trabajan para resolver sus casos buscando pistas como huellas y detalles como un cuadro cambiado de lugar o una pared manchada, etc.



Daiana y Marlene



En Hollywood hay un detective llamado Jackson Smith. Él tiene un ayudante llamado Freddy Shoes.

Jackson es muy famoso, es un hombre blanco y de ojos celestes. Es alto como de 1,83 y delgado. Usa sombrerito gris y un sobretodo de color bordó con cuadritos es inteligente, muy curioso, zagas a él le gustan los casos difíciles y largos.

Cuando se enfrenta a un caso, va a investigar a la escena del crimen y reacciona con rapidez porque mira las pistas más pequeñas.

Fede y Ale

El detective Marcos Smith.

El es un hombre de mediana altura pero corpulento, un hombre de piel morena, ojos color miel y pelo corto. Su trabajo lo hace por placer, pero cuando su caso es muy importante cobra pero muy poco. Le gusta leer libros de literatura, habla lo necesario y se introduce mucho en el crimen. No se hace intimidar, no le gusta que las cosas se le escapen de las manos. Su ayudante Maximiliano David Torres, no entiende mucho la forma de ser de su compañero Marcos es el último en enterarse como ocurren los hechos.

Cuando se encuentra con un crimen lo primero que hace es pensar como ha sido el crimen y cuando se le agrega una pista la resuelve en su mente, cuando termina de pensar siempre dice: - ya tengo al culpable!

Y le explica todo a su compañero.

Lurdes

Toma de apuntes 1º grado A y B

Los estudiantes se forman desde los primeros grados de escolaridad. Desarrollar la capacidad de tomar notas, es uno de los objetivos que la escuela debe asumir para la construcción de estudiantes críticos.
Luego de leer diferentes textos complejos acerca de las costumbres escolares de los niños de la colonia,  y de la ubicación social de los negros, los chicos producen los siguientes apuntes.
Aclaración, el objetivo de esta tarea no es tanto la construcción del sistema alfabético, sino la recuperación de la información leída a través de la escritura.


viernes, 13 de agosto de 2010

Los doce trabajos de Hércules (o de Heracles versión romana) narrado en primera persona, por alumnos de sexto grado

El Jabalí de Erimanto


Cuando iba caminando me encontré con el jabalí lo perseguí varias horas y en muchas lugares hasta que lo acorralé en un lugar donde había nieve.

Luché con él lo agarré de las patas traseras aunque, el jabalí luchaba para que no lo agarré saltando sobre mi lomo pero por fin lo até y lo cargué sobre mis hombros.

Cazar este enorme animal fue difícil porque era muy rápido cuando corría y muy pesado cuando lo cargué y hasta casi se me escapa.

Cuando íbamos por el camino este animal chillaba mucho y cuando pasábamos por las aldeas, los aldeanos se despertaban y sacaban a sus perros.

Cuando tuve que pasar por el río como no había un puente tuve que nadar por el río. En ese río las corrientes eran muy fuertes y era muy difícil porque el animal pateaba y casi me ahoga.

Cuando llegué al palacio le di el jabalí a Euristeo y ese fue el cuarto trabajo de los doce que me mando a realizar.

Lourdes y Rocio




El jardín de las hespérides


A mi Hércules me mandaron a buscar al jardín de las hespérides las manzanas de oro, pero era muy difícil porque ningún mortal sabía como encontrar al gigante Atlas y mucho menos como dar con aquel jardín.

Tenía que encontrar al gigante Atlas para que me dejara entrar. Cuando llego allí me encuentro con el gigante y le digo que me deje pasar para buscar las manzanas.

Pero me dijo: -tu no puedes entrar porque yo soy el dueño, solo yo puedo entrar.

Entonces yo le hago un trato si el me deja entrar yo voy a sostener el mundo por él mientras que él vaya a buscar las manzanas de oro.

-Bueno, me dice Atlas.

Entonces yo me ocupo del mundo mientras que él va a buscar las manzanas, luego Atlas me trae las manzanas de oro y yo le devuelvo el mundo y me voy para llevarle las manzanas al rey Euristeo.

Cuando llego al palacio y le doy las manzanas de oro al rey Euristeo él no podía creer que yo había hecho semejante hazaña.



Las yeguas de Diómedes


Diómedes me había mandado atrapar las yeguas, pero las yeguas de Diómedes eran muy peligrosas porque eran carnívoras y comían carne humana. A mí se me hacía muy difícil atraparlas, pero de todos modos la tenía que atrapar para cumplir mi trabajo. Al llegar al lugar veo que eran muy grandes y gordas y encima corrían muy pero muy rápido.

De todos modos logré acorralarlas en un rincón y atarlas aunque las yeguas se movían logré atraparlas a las dos. Tenía que llevárselas a Diómedes pero el camino era muy largo aparte tenía que cruzar un puente muy chico con las yeguas que eran muy pesadas.

Finalmente se la entregué y terminé mi trabajo.

Gisela Y Micaela


Los doce trabajos de Heracles


El Can de Cerbero



Me llamo Heracles y soy hijo de Zeus, Dios del Olimpo. Nací en Tebas, Grecia.

Tuve que hacer doce trabajos por culpa de la Diosa Hera, mi peor enemiga. Ella puso una pócima en mi vino para que me volviera loco y vea a mis pobres hijos como enemigos. Con mi gran fuerza de un solo golpe los maté. Cuando volví en sí, sentí tanta culpa que fui a consultar al Oráculo de Delfos. Ahí me dijeron que para curarlas debía pasar 12 años con Euristeo, mi primo y rey de Micenas,. Por esto fue que los tuve que hacer.

Ahora les paso a contar mi doceavo trabajo.

Euristeo, el que dictó cada uno de mis trabajos, estaba pensando en uno difícil para dictarme. Y me dijo:- Heracles debes traerme el Can de Cerbero.

Éste, era un perro de tres cabezas que cuidaba las puertas del inframundo.

Entonces con Hermes, un mensajero que se ofreció a ayudarme, partimos para el abismo de los muertos. Cuando llegué le expliqué todo a Hades, el Dios de las tinieblas.

Él me dijo que podía llevarme al can, pero con la condición de no usar armas contra él.

Me cubrí con la piel del león de Nemea, que usaba siempre como escudo porque era muy dura. Después tomé al can por el cuello desde donde salían las tres cabezas. El perro logró morderme con sus afilados dientes. Lo agarré de nuevo del cuello y con mi fuerza casi lo asfixio.

Cuando se lo lleve a Euristeo, del susto que se llevo al verlo, me dijo que lo devolviera y ese fue mi último trabajo.

Maica Romano




Los doce trabajos de Heracles

El jabalí de Erimanto



Soy el hijo de Zeus, Dios rey del Olimpo y Alcmena, una mortal. Nací en Tebas, Grecia.

Hera, la Diosa esposa de Zeus y mi peor enemiga, puso un veneno en mi copa de vino para enloquecerme. Por su culpa maté a mi mujer Mégara y a mis hijos Telefo e Hilo porque los confundí con mis enemigos.

Por ese motivo fui a ver al Oráculo de Delfos. Allí me dijeron que me ponga a disposición de Euristeo, mi primo, rey de Micenas. Él me mandó a hacer doce trabajos. Uno de ellos fue capturar al jabalí de Erimanto.

Cuando iba en busca de ese animal, se me apareció Atenea. Ella me dio una cadena que me iba a ayudar para capturarlo.

Cuando vi al jabalí le tiré un grito de furia y corrí monte arriba para que me siguiera y se cansara. Y cuando se cansó lo agarré con la cadena que me había dado Atenea y lo capturé. Lo subí a mis hombros y se lo llevé a Euristeo que cuando lo vio se asustó tanto que corrió a meterse a su tinaja.


Camila Gomez







Los doce trabajos de Heracles

El Can de Cerbero



Mi nombre es Heracles, soy un semidios. Tengo esa característica porque mis padres son Zeus, Dios del Olimpo, y Alcmena, una mortal. Nací en Tebas , Grecia.

Aún no puedo, quitarme de la cabeza cuando accidentalmente maté a mi profesor de música pegándole con una cítara.

Luego de mucho tiempo me di cuenta de que mi enemiga, la Diosa Hera, mujer de mi padre, no conforme de que yo cargara con esta culpa, me dio a tomar una poción con la que perdí el control, y maté a mi bella esposa Mégara y a mis hijos Telefo e Hilo.

¡Yo era tan feliz con mi familia y tuve que entrometerme con esa maldita Hera!

Pasaba el tiempo y yo andaba vagando por los lugares a los que me llevaba el viento.

Por casualidad pase por la ciudad de Micenas y visité al Oráculo de Delfos. Allí me dijeron que yendo con mi primo Euristeo, lavaría mis culpas.

Cuando llegué Euristeo me dijo que tenía que hacer diez trabajos. Luego me sumó dos más.

Ahora les voy a contar sobre uno en particular. Cuando tuve que capturar el Can de Cerbero.

El Can de Cerbero es un perro de tres cabezas. Es el perro guardián de los infiernos, y yo tenía que llevárselo vivo a Euristeo. Cuando llegué a los infiernos, le expliqué a Hades, el Dios de este mundo, mi situación, y aquel lo entendió y accedió a que yo me llevara al perro. Cuando quise sujetarlo se resistió, entonces lo agarré del cuello por donde salían las tres cabezas, y por poco lo asfixie. Me mordió, pero pude controlarlo.

Cuando volví a Micenas, Euristeo me esperaba. Se lo mostré y él salió corriendo asustado hacia su tinaja. Y luego me obligó a devolverlo al mundo de las tinieblas.


Marco García







Los doce trabajos de Heracles

La Hidra de Lerna



Soy Heracles, hijo de Zeus y Alcmena. Nací en Grecia.

Mi padre es el Dios rey del Olimpo y mi madre es una mortal. Por eso soy un semidios.

Un día mi madre me contó que cuando yo era un bebé, en mi cuna había dos serpientes de cascabel, y que yo con mis manos las había estrangulado. Cuando llegó la niñera yo estaba jugando con sus colas que hacían ruido, como si fueran sonajeros. Desde ahí me di cuenta que tenía mucha fuerza.

Hera, la Diosa, esposa de mi padre, un día hizo una pócima y me la echó en un vaso de vino sin que yo me diera cuenta. Cuando me lo tomé me volví loco y entonces empecé a pelear y a maté a mis hijos y a mi esposa Mégara pensando que eran mis enemigos. Cuando desperté del hechizo, no podía creer lo que había hecho.

Entonces fui a consultar al Oráculo de Delfos y allí me dijeron que vaya a trabajar para el rey de Micenas, o sea, mi primo Euristeo. Cuando llegué, él estaba muy preocupado porque tenía miedo de que le quitara el trono, porque yo era el hijo de un Dios. Entonces me mandó a hacer unos trabajos.

Uno de los trabajos era matar a la Hidra de Lerna. La Hidra tenía nueve cabezas y una sustancia venenosa y asesina.

Cuando llegué al lago donde estaba, le tiré unos flechazos para llamar su atención. La serpiente salió del agua y con mi espada le corté una cabeza y me sorprendí cuando vi que en su lugar le crecieron dos cabezas nuevas. Escapé del lugar y después de un rato volví con una antorcha en una mano y mi espada en la otra. Y cada vez que le cortaba una cabeza, quemaba la repugnante herida para que no le brotaran otras nuevas. La Hidra hacía terribles ruidos y se retorcía de dolor hasta que murió.

Así fue que pude realizar mi primer trabajo.
Rocío Castro







Los doce trabajos de Heracles



Mi nombre es Heracles. Nací en Tebas, provincia de Grecia.

Mi padre, el Dios Zeus, se enamoró de Alcmena, mi madre, y para estar con ella se transfiguró en su esposo. De esa unión nací yo.

Mi padre estaba orgulloso y no pudo ocultar mi nacimiento. Así fue que la Diosa Hera, esposa de mi padre, no tardó en enterarse. Zeus intentó calmar su ira llamándome Heracles, que significa “gloria de Hera”.

Cuando tenía apenas un año, la malvada de Hera, me mandó dos serpientes. Pero con mi fuerza, las agarré y las estrangulé. Cuando mi madre fue a verme, yo estaba jugando con ellas.

Lino fue mi profesor de música, pero en un ataque de locura, le tiré con la cítara en la cabeza y lo maté.

Más tarde, cuando había formado una familia, Hera preparó una poción. Yo dormía y entonces me la hizo tomar. Me volví loco y maté a mis hijos. Cuando volví en sí, me di cuenta de lo que había hecho y me sentí muy mal.

Entonces consulté al Oráculo de Delfos y me dijeron que vaya con mi primo Euristeo, que me dio a realizar diez trabajos. Cumplí con todos ellos. Hera dijo que en dos había recibido ayuda, entonces tuve que hacer un total de doce.

El último fue llevarle a Euristeo el Can de Cerbero. Era un perro de tres cabezas y cola de serpiente, que cuidaba las puertas del infierno. Yo lo vencí con mis propias manos y lo lleve vivo ante Euristeo. Y él me dio la libertad.

Franco Sanchez




10El león de Nemea
Autores: Matías Ríos y Matías Britos
En Grecia hubo una historia muy rara el dios Zeus se había enamorado de una mortal que se llamaba Alcmena de ellos dos nací yo me pusieron el nombre de Hércules.
Mi padre me llevo al Olimpo, el tenía una esposa en ese lugar.
Pasaron varios años, me fui haciendo un hombre fuerte, grande y apuesto bueno eso creo yo pero todavía no me aceptaban como un dios. Mi madrastra se llamaba Hera la esposa de mi padre. Le había dicho a mi padre que yo no merecía estar ahí y mi padre le dijo –haremos una cosa le haremos 12 trabajos difíciles para poder ver si es un dios (si lo hace bien se queda aquí y si lo hace mal se va de aquí) y Hera aceptó la propuesta yo había ido a un rey que se llamaba Euristeo para que me diga qué hacer con mi gran fuerza. Y el rey me mando a hacer un trabajo muy difícil. El trabajo era matar al león que era de Nemea era difícil de matar por que a su piel nada le podía traspasar.

Yo estaba viajando a buscar el león llevaba en mi espalda un arco con tres flechas, vi una cueva y adentro parecía haber un animal muerto de hambre porque había muchos huesos tirados de animales y personas, el león estaba ahí estaba comiendo una cabra, a cada paso que daba sabía que mi vida dependía de mi fuerza y aproveche el momento y le tire las tres flechas, rebotaron en su cuerpo y se lanzo hacia mí sabia que cualquier movimiento en falso podría estar en riesgo mi vida y lance mis manos hacia su cuello con mucho miedo y lo agarre del cuello y me rasguño en el pecho, me desmaye y no me acuerdo lo que paso después pero después me desperté y estaba en la cueva , no lo veía al león, salí para afuera en ese momento pensé que no tenía que tener miedo porque su grande nariz podría olerme y de repente me di la vuelta y vi unos ojos de donde salía fuego y de un árbol salió el león me tiro al piso trate de estrangularlo con mis manos y en ese momento pensé que mi vida ahora dependía de mi y lo tenía que matar y lo logre y lo mate le saque la piel con un cuchillo y le lleve al rey y se puso contento



2La hidra de Lerna


Autores Matías Arrendal e Ignacio Acosta



Mis padres son Zeus y Alcmena de ellos Salí yo Hércules, mi padre se convirtió en anfitrión y como anfitrión estaba de viaje Zeus tuvo relación con mi madre y así me tuvieron. Yo crecí y crecí hasta tener los 28 años.

Yo tenía que enfrentar a la hidra de Lerna la hidra era como una serpiente con patas y 9 cabezas y vivía en el valle de Lerna en un pantano. Me costó mucho llegar al pantano de la hidra. Tuve que pasar ríos y arenas movedizas. Cuando llegue la hidra estaba durmiendo empecé a caminar lentamente, entonces pise una rama y la hidra se despertó y empezó a salir del pantano, yo le tiraba flechazos cuando la hidra me agarro,  me empezó a apretar yo pensaba que estaba perdido cuando pensé y agarré una flecha y se la clave en la cabeza, entonces la hidra me lanzo a un árbol la lucha se volvió muy intensa y dura. Salte con la espada en la mano y le corte 3 cabezas y le queme los cuellos y mientras la hidra estaba indefensa lance un flechazo contra el risco y cayeron piedras que sepultaron viva a la hidra y nunca volvió a levantarse y yo le lleve las cabezas a Euristeo.





Autores Brisa Machuca y Doris Galarza

9El jardín de las Hespérides

Todo ocurrió en Grecia mis padres son Zeus y Alcmena, mi padre tenia poderes y engañándola a mi madre se hizo pasar por anfitrión y se enamoro de Hera, me crio porque mi madre me abandono mi madre le tenía miedo a Hera porque era una diosa y me odiaba. Fui creciendo. Hera me mando una serpiente cuando yo estaba durmiendo en la cuna, yo agarre las serpientes con mis manos y la apreté y las mate esto me contó mi abuela Rea la madre de Zeus. Fui creciendo y fui teniendo poderes.

Una noche fui a recuperar las manzanas doradas en el oeste y estaba ladón furioso. Ladón era un dragón de 100 cabezas era muy fuerte. Yo en ese momento me acerque a ladón y yo fui con una flecha se la tire en el pecho esquivo la flecha sentí que ladón no se iba a morir porque era fuerte y ladón cayo y murió y salía de su pecho mucha sangre y agarre el árbol con las manzanas doradas y me fui a entregar las manzanas a Hera.

sábado, 7 de agosto de 2010

Retratos narrativos realizados por alumnos de 2 grado Seño Ema

Dicen los que saben de escritura, que cuanto menos se adjetive, mejor estilo narrativo se tiene. Me pregunto, por qué los chios en las escuelas se la pasan uniendo sustantivos con adjetivos?


RETRATOS

Tiene los ojos verdes como el pasto.


Tiene la nariz como un tobogán que sube y baja.

Es buena amiga y se yo que puedo confiar en ella.

El pelo es enrulado y esponjoso como la nube.

La cara es redondita como el sol.

Tiene las orejas chiquitas como las de un ratón.

El pelo es luminoso como el sol de todo el planeta.



AUTORA GIULIANA



Tiene los pelos oscuros y lindos, brillan como el sol y las luciérnagas, tiene orejas lindas y ojos marrones como la tierra. Los dientes son limpios, la boca linda como las nubes de primavera. Tiene la nariz como una hormiga y las cejas como pinches y pestañas brillantes. La boca como el cielo y las orejas como el sol. Las rodillas con energía y la cabeza chiquita y los cachetes gorditos.
AUTOR RODRIGO


Tiene poco pelo, la nariz grande. Los ojos son de color negro como una noche de tormenta en el mar y grandes como una pelota. Tiene lasa orejas grandes. Tiene los cachetes gorditos y las cejas finitas. Es inteligente y buen compañero.


AUTOR LUCAS


Tiene los ojos grandes y color marrón como la tierra.


Tiene el pelo marrón como la tierra seca y amarillo como el sol.

Tiene las orejas claritas como el color del atardecer.

Tiene los dientes brillosos como el sol.

Tiene una vos que ilumina mi corazón.


AUTOR JANICE

Mi amigo tiene una nariz grande. Tiene los ojos marrones y cejas negras. Es fuerte y es inteligente.


Es bueno y tiene pelo negro es rápido y sabe leer. Tiene dientes blancos.

AUTOR: EZEQUIEL


Es bajo y los ojos son marrones como la pintura marrón.


La nariz es pequeña y es buen compañero, el pelo es negro como la tierra negra. La boca pequeña, las pestañas son chiquitas. Es inteligente y tiene 8 años.

AUTOR MARTÍN


Es alta y tiene rulos.


Se viste muy bien y tiene los cachetes gorditos.

Tiene los ojos muy brillantes también como la “primavera”. Sol es muy pero muy linda los dientes son chiquitos.

Tiene flequillo es muy flaca.

Las orejas medianas delgaditas tiene la sonrisa muy linda como un sol.

Tiene las mismas zapatillas que tengo yo.

AUTORA TATIANA


Tiene los ojos negros las orejas un poco grandes y el cuello un poco largo.


Las manos chiquitas, la cara blanca y el pelo negro.

El cuerpo grande, las piernas grandes, el guardapolvo limpio, las cejas negras.

Es bueno, cuidadoso no rompe nada. L a cabeza grande como una pelota los cachetes gordos y los labios de fuego.

AUTOR ESTEBAN


Tiene las orejas un poco chiquitas. Tiene los pelos negros y lindos, tiene la nariz muy derecha como un tobogán. Tiene altura mediana.Tiene los labios bien formados tiene los ojos negros y redondos como un a pelota, cachetes un poco gorditos. Cuerpo derecho piernas inquietas como una ardilla. Mi amiga es linda.

AUTOR LUCAS


Es muy bueno.


Tiene los ojos chiquitos como un botón.

Es rápido como flash.

Tiene la oreja como el fuego

Los ojos como la tierra mojada negra.

Tiene el pelo cortado con una colita brillosa. Tiene la nariz pequeña, la boca limpia y las cejas negras y grandes.

Es floger.

Autor JUAN


Tiene los ojos negros como la tierra y las uñas chiquitas.


Las manos grandes y tiene las orejas coloradas. Los cachetes colorados. Dibuja bien, es bueno con migo. Es alto es inteligente. Tiene el pelo marrón y negro. Usa delantal limpio. La boca chiquita. La nariz pequeña. Es blanco y los dientes blancos.



Autor: Duvan

narraciones de caperucita roja contadas desde el punto de vista de uno de sus personajes.

Lo que sigue son producciones de alumnos de quinto grado. La propuesta está basada en la secuencia didáctica desarrollada por Ana Ciro. El desafío del escritor es ponerse en el lugar de uno de los personajes  del cuento Caperucita Roja y transformarlo en narrador. De este modo podemos preguntarnos ¿Cómo hará Caperucita roja para contarnos el modo en que se dio cuenta que el camino por donde el lobo la mandó era el más largo?
o ¿Cómo describir la escena en que aparece el cazador si la niña se encontraba dentro de la panza de la madre? ¿Cómo hará el cazador para contar la secuencia en donde la madre mandaba a su hija a socorrer a su abuelita.
Bueno, espero que disfruten mucho de los cuentos de los chicos.

  Nueva versión de Caperucita Roja contada por su mamá.


Hola, yo soy la mamá de Caperucita Roja.

Un día le di a Caperucita pastelitos y un tarro de miel para que le lleve a su abuela, porque estaba enferma, y le dije que no hable con extraños, porque en el bosque había muchos peligros. Pero yo la seguí para ver si me hacía caso.

En el bosque vi que se encontró con un lobo y empezaron a charlar en un tono alto que me permitió escuchar. El lobo le pregunto:

-¿A dónde vas Caperucita?

Ella al principio no dijo nada, pero después le respondió:

- A la casa de mi abuela, a llevarle pastelitos y miel porque está enferma.

Yo no podía creer que no me hiciera caso. ¡Habló con un extraño! ¿Será que pensó que como el lobo sabía su nombre, no era un desconocido?

El lobo también le dijo que conocía un atajo. Que si iba por ahí, iba a llegar en la mitad de tiempo a la casa de la abuela. Y como vi que el lobo se fue y no le hizo nada, me fui a la casa de mi mamá por el camino que yo siempre iba, para encontrarla ahí y regañarla por no hacerme caso.

Cuando estoy llegando a la casa de mi madre, veo que el lobo estaba tocando la puerta. Y enseguida entró. Corrí hasta la ventana y vi como el lobo se tragó a mi madre. ¡Fue terrible! Me quede paralizada. Al rato, cuando me recupero un poco, veo que el lobo estaba acostado con el gorro de dormir de mi mamá, y que decía:

- Entra Caperucita, está abierto.

Las piernas me temblaban y no podía caminar. Tampoco podía gritar. Se me había ido la voz. Estaba aterrorizada y no podía ayudar a mi hija. Solo escuchaba lo que hablaban.

-¿Qué orejas tan grandes!- dijo Caperucita.

Y el lobo respondió - Para escucharte mejor.

-¡Y qué ojos tan grandes!

- Para verte mejor.

-¡Y qué boca tan grande!

- Para comerte mejor.- Y el lobo pegó un salto y se tragó de un bocado a Caperucita.

Yo lloraba. No podía creer que no pude hacer nada para salvar a mi hija

Entonces un cazador que pasaba por ahí, me vio llorando y le conté todo lo que había pasado. El me dijo que me quede tranquila y entró a la casa. El lobo estaba roncando. Estaba profundamente dormido. Entonces el cazador con cuidado le cortó la panza y mi mamá y mi hija salieron vivas. Después le llenaron la panza de piedras al lobo y se la cosieron. Cuando el lobo se despertó salió corriendo como pudo.

Cuentan que el lobo murió ahogado por su peso cuando trataba de tomar agua en un río.

Autores: Geremías  y Alejandro


Nueva versión de Caperucita Roja contada por ella misma.



Hola! Yo soy Caperucita Roja.

Mi mamá me llamó y me dijo:

- Tu abuela se ha enfermado. Irás a visitarla y le llevarás una canasta con pastelitos y un jarrón de miel. Momento… -me dijo. – El bosque es un lugar muy peligroso. No te detengas a hablar con extraños.

Mientras iba caminando por el bosque me encontré con un lobo enorme. El lobo puso cara de amigo y me preguntó:

- ¿A dónde vas Caperucita?

Yo respondí: - Le llevo pastelitos y un jarro de miel a mi abuela.

Y el lobo me dijo que conocía un atajo para que llegue más rápido.

Yo le pregunté: - ¿Cuál es?- Y él me señaló por donde era, y me dijo que lo disculpara por no acompañarme y se fue.

Cuando llegué a la casa de mi abuela, golpeé la puerta y me dijo que pasara, que estaba abierto. Pase y la vi rara. Le dije: - ¡ Qué ojos tan grandes!

Me respondió: - Para verte mejor.

- ¡Qué orejas tan grandes!- le dije.

- Para escucharte mejor.

- ¡Y qué boca tan grande!

- ¡Para comerte mejor!- dijo el lobo y me comió de un bocado.

Al rato escuché los ronquidos del lobo y sentí que alguien estaba cortando la panza del lobo y pudo sacarnos a mi y a mi abuela. El lobo seguía durmiendo. Entonces nosotras fuimos a buscar piedras y se las metimos en la panza. Y el cazador que nos había sacado, se la cosió y se lo llevó lejos.

Cuando el lobo se despertó, sentía mucha sed, se fue a tomar agua a la fuente y con el peso de las piedras se cayó y se murió ahogado.

Autora: Gisella y Florencia





Nueva versión de Caperucita Roja contada por ella misma.

¡Hola! Yo soy Caperucita Roja y les voy a contar mi historia.

Todo empezó así:

Mi mamá me había preparado una canasta con vino y pastelitos para llevarle a mi abuela que estaba enferma.

Mi mamá me había dicho que no me distraiga y que no hable con extraños.

Y empecé mi recorrido caminando, mirando mariposas. Y en un momento mire para el costado y vi a un lobo que me estaba mirando y dijo:

- ¿Dónde vas Caperucita?.

Y yo pensé que si dijo mi nombre no era un desconocido y le contesté:

- Voy a la casa de mi abuelita que queda cruzando el río, la tercer casa.

- Yo conozco un atajo y vas a llegar en la mitad de tiempo- Me dijo el lobo.

Yo le hice caso y seguí por el camino que él me dijo.

Al fin llegué, toqué la puerta y mi abuela dijo:

- Pasa, esta abierto.

Yo la vi medio rara y le dije:

- ¡Qué ojos tan grandes que tienes!

Y respondió: - Es para verte mejor.

- ¿Y por qué tienes tan grandes las orejas?

- Para escucharte mejor.

- ¿Y por qué tienes tan grande la boca?

- ¡Para comerte mejor!

Y ese lobo malvado dio un brinco y me comió entera. En la panza del lobo vi a mi abuela y me contó que el lobo se hizo pasar por mi. Y de repente se abrió la panza del lobo. Era un vecino de mi abuela, que era cazador. Salimos de esa oscura panza. El lobo aún estaba durmiendo y al cazador se le ocurrió una idea. Le llenó la panza de piedras. Cuando el lobo se quiso levantar, se cayó y como pudo se fue de allí.

Y enseguida me volví a mi casa y le conté todo a mi madre. Y siempre seguí su consejo: “No hables con extraños”.
Autora: Daiana y Marlene 5° “B”


Nueva versión de Caperucita Roja contada por el lobo


Hola, yo soy el lobo. Vivo en el bosque. Me gusta comer animales tiernos y también gente.

Un día yo estaba espiando detrás de un árbol, y escuche que una mamá llamo a su hija llamada Caperucita. La mamá le dijo que lleve una canasta con vino, pastel y miel a su abuela.

Vi que Caperucita empezó a caminar por el bosque. Comencé a seguirla y después me hice el amigo y le dije:

- Hola Caperucita.

Ella tardó en responderme porque pensó que yo era un extraño, pero se dio cuenta que si sabía su no nombre no era así, y me respondió:

- Hola, ¿Cómo estás?

Le pregunte: - ¿A dónde vas?

Y me respondió: - A la casa de mi abuela.

Le dije:- Conozco un atajo para que llegues más rápido a ver a tu abuelita.- Pero en realidad la mande por el camino más largo para que yo llegue primero, y comerme a la abuela.

Cuando llegué, me hice pasar por Caperucita. La abuela dijo que entre, que la puerta estaba abierta. Entre y me la tragué de un bocado. Después me disfracé de la abuela y esperé a Caperucita para seguir con mi almuerzo.

Al rato llegó caperucita. Toco la puerta. Le dije, imitando la voz de la abuela, que estaba abierta.

- Hola abuelita- me dijo Caperucita.- ¡Qué orejas grandes tienes!

- Es para oirte mejor- le dije yo.

- ¡Qué ojos tan grandes!-

- Para verte mejor.

- ¡Y qué boca tan grande tienes!

- Para comerte mejor- le dije y me la tragué de un bocado.

Estaba tan lleno que me dormí.

Cuando me desperté, me asusté al ver a un cazador con una aguja en la mano. Me vi la panza, estaba cocida. Caperucita y su abuela estaban con el cazador. Vi piedras a mi alrededor. Supuse lo peor. Me sentía pesado y dolorido. Me fui de allí lo más rápido que pude. Fui al hospital dónde me operaron y me sacaron las piedras. El médico me dijo:

-Tenga más cuidado con lo que come.

No le dije la verdad de lo que había pasado, pero le voy a hacer caso.

Autor: Kevin





Nueva versión del cuento de Caperucita Roja contada por ella misma.

Hola yo soy Caperucita Roja, me dicen así porque mi abuelita me tejió una caperuza roja que no me la quiero quitar nunca.

Les cuento… Mi abuelita estaba muy enferma, entonces mi mamá me dijo que le lleve vino y pastelitos. También me dijo que no hable con extraños.

Cuando iba caminando me encontré con un lobo que me dijo:

- Hola Caperucita.

Yo pensé que no era un extraño porque sabía mi nombre.

Y me preguntó a dónde iba. Y yo le respondí:

- A la casa de mi abuelita a llevarle vino y pastelitos porque está enferma.

Él me dijo que conocía un camino más corto, y como yo quería llegar enseguida, le hice caso. Pero en el camino encontré unas flores tan lindas que me distraje juntándolas para mi abuela. Total iba a llegar enseguida.

Cuando llegué a la casa de mi abuela, no me pareció tan corto el camino. En realidad me pareció más largo por dónde me había dicho el lobo. Toque la puerta y mi abuelita me dijo:

- Pasa, está abierto.

La vi rara, le dije:

- ¡Qué ojos tan grandes tienes!

Y me contestó: - Para verte mejor.

Y le dije: - ¡Qué orejas tan grandes tienes!

- Para escucharte mejor.

- ¡Y qué boca tan grande!

- Para comerte mejor – dijo y me tragó de un bocado.

En el estómago del lobo me encontré con mi abuelita. Enseguida escuchamos los ronquidos del lobo. Y al ratito vimos una luz. Era un cazador que le cortó el estómago al lobo para sacarnos. Cuando salimos, el lobo seguía durmiendo. Mi abuela y yo fuimos a buscar piedras, se las pusimos en la panza al lobo y el cazador se la cosió.

Cuando se despertó el lobo y vio al cazador salió corriendo como pudo.

Autora: Lurdes



Nueva versión de Caperucita Roja contada por su abuelita.

Hola, yo soy la abuela de Caperucita Roja y estaba muy enferma en mi casa cuando llamé a mi hija para darle la noticia. Y me dijo que Caperucita me iba a traer vino y pastelitos, y yo le dije que la aconseje que no hable con extraños.

Una vecina que yo conozco, me avisó que Caperucita estaba hablando con un lobo. Y que le preguntó:

- Hola Caperucita, ¿a dónde vas?

Ella tardó en contestarle, pero le dijo: - A la casa de mi abuelita que está enferma.

El lobo le dijo que conocía un atajo para que llegue más rápido, y Caperucita siguió el camino que le indicó el lobo.

Mi vecina después de contarme se fue rápidamente. Enseguida golpearon la puerta y pensando que era Caperucita le dije:

- Entra, está abierto.

Pero era el lobo. Entró y se abalanzó sobre mi y ya todo era oscuridad. De pronto, pude escuchar como a lo lejos, que Caperucita entró a mi casa y escuché que decía:

- ¡Qué ojos tan grandes tienes!

- Son para mirarte mejor- escuche que retumbaba dentro del lobo.

- ¡Qué manos tan grandes tienes!

- Son para abrazarte mejor.- Volví a escuchar.

- ¡Y qué dientes tan grandes tienes!

- Son para comerte mejor- y de repente me encontré con mi nieta dentro de la panza del lobo.

Al rato escuchamos los ronquidos del lobo. ¡Eran insoportables! Y de pronto, se hizo la luz. Un cazador nos sacó vivas de la panza del lobo. El lobo seguía durmiendo. Dormía tanto que no sintió el corte. Entonces el cazador nos hizo traer piedras para ponérselas al lobo. Y le cosió la panza.

Un rato después el lobo se despertó y asustado salió corriendo como podía.

Autora: Rocío



Versión de Caperucita Roja contada por la abuela.

Hola, yo soy la abuela de Caperucita Roja. Yo estaba enferma y me comuniqué por carta con mi hija para decirle que me encontraba mal. Ella me contestó diciendo que me quede tranquila, que me iba a mandar a Caperucita con una canasta con pastelitos y vino.

Un día, un pajarito llego a mi casa, y me dijo que Caperucita, en el bosque, se encontró con un lobo, y habló con ella. El lobo le dijo que conocía un atajo para llegar a mi casa, y Caperucita le hizo caso.

Entonces pensé que Caperucita iba a llegar enseguida. Al rato, alguien toco la puerta.

-¿Quién es?- pregunte.

- Caperucita.- respondió.

- Entra, está abierto.- le dije.

Pero no era Caperucita, era el lobo que me tragó de un bocado.

Al arto, de lejos, escuché la voz de Caperucita que preguntó:

- Abuelita, ¿por qué tienes grandes los ojos?

- Es para verte mejor.

- Abuelita, ¿por qué tienes grandes las orejas?

- Para escucharte mejor.

- ¿Y por qué tienes grande la boca?

- Para comerte mejor.- Y de pronto, Caperucita apareció a mi lado. Yo me sentía feliz por eso, pero triste porque estábamos adentro del estómago del lobo.

Un rato después vimos la luz porque un cazador abrió el estómago del lobo. Cuando salimos seguía durmiendo. Le pusimos piedras y el cazador le cosió la panza. Y cuando se despertó se fue arrastrándose como podía.

Autoras: Clara y  Florencia





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Presentación de la escuela

La nuestra, es una  escuela primaria que busca construir un espacio profesional que intenta, a partir de la reflexión de las prácticas docentes, ofrecer la mejor educación para nuestros alumnos. Nuestro objetivo, es proponer  a la comunidad educativa una ventana al campo de la cultura general. Por este motivo, intentamos pensar  las propuestas de enseñanza como prácticas que impacten en aprendizajes que encuentren sentido en los ámbitos sociales por sobre los escolares.
En este orden, intentamos que los alumnos se construyan como usuarios plenos de la lengua escrita. Para esto tomamos el desafío de interpelar las prácticas tradicionales de escritura y lectura, proponiendo situaciones didácticas donde los alumnos se enfrenten a verdaderos desafíos como escritores y lectores.
Pensar  la escuela como campo de cultura general es ofrecer a los alumnos lo mejor de la literatura universal, y aún más, es intervenir didácticamente,  para que los chicos puedan vislumbrar el estilo de escritura de tal o cual autor. Es establecer relaciones intertextuales entre un autor y otro. Es tener la posibilidad de leer para poder escribir. Es ayudar  a los alumnos a construir capacidades para que tomen la responsabilidad de la escritura y de la lectura.
Pensar la escuela desde la cultura general, es pensar la historia en términos complejos, es decir interpelar el contexto socio histórico como intento de desnaturalizar los hechos sociales. Entendemos  que la realidad es una construcción social por ende merece ser revisada.
Pensar la escuela en términos de cultura general, es pensar las matemáticas como una tecnología capaz de ser usada al servicio de la resolución de problemas sociales y no escolares.
Es pensar en la posibilidad de que docentes y alumnos estén atravesado por el arte y la belleza.
Por lo dicho, el objetivo de este espacio será compartir (a través de las producciones escritas, las fotos y los vídeos) con los lectores, el trabajo de los docentes y de los alumnos de la escuela. Y de este modo observar el grado de cultura general que atraviesa la institución.